Lección de Arte. Cuestionar, reformular, transformar
Exposición del 7 de noviembre al 28 de enero de 2018 en Museo Nacional Thyssen- Bornemisza.
Esta no es una exposición al uso. Diría que es una exposición pedagógica, pero sólo comprenderán lo que digo aquellas personas que crean en otras pedagogías posibles. Nos proponen un juego, una invitación a interrelacionarnos con todo el entorno del museo, a pasear de arriba abajo a la búsqueda de unas obras que están dialogando con “las de siempre”, a un tiempo que no están.
Cuestionar, reformular y transformar son sólo tres de los ejes alrededor de los que esta exposición propone que merodee nuestra percepción. Es un salto cualitativo, un desafío a nuestra mirada acomodada al museo convencional, que nos invita a intervenir, o no, en el diálogo que cada uno de los y las artistas plantea con las obras que habitan el museo y con las posibles obras que están fuera esperando entrar.
Una exposición que podemos ver en dos modos distintos: el primero es una muestra de artistas contemporáneos como Dora García, Rivane Neuenschwander, Erwin Wurm, Cinthia Marcelle, Luis Camnitzer, Pavel Kogan, Eva Kot’átková, Rineke Djikstra, con esa pieza maravillosa de Ruth dibujando a Picasso, Alicia Martín, Dennis Adams o Ryan Gander, que se preguntan dónde “reside” el conocimiento y presentan las posibles experiencias personales del museo interactuando con el espectador. El segundo modo de verla es buscar los y las artistas que han establecido diálogos con las obras del museo trascendiendo la palabra exposición para convertirla en una experiencia estética que lleve a cuestionar “el museo como experiencia personal” y “el papel del espectador y su lugar dentro del mismo museo», como se dice desde la organización del Thyssen.
Esta exposición requiere tiempo y dedicación porque saca al espectador de su zona de confort obligándole a la reflexión. Aviso para navegantes, sólo La pieza del museo imaginario de Malraux, gracias a la performance de Dennis Adams, son 45 minutos de proyección videográfica. La exposición expandida hacia la colección permanente con instalaciones de Muntadas, Ezawa, Vilanova, Eliasson, Hemmer, Olafur, Herz Frank, Basurama y Musaraña, Mateo Maté o Rafael Lozano requieren la búsqueda inquieta por las distintas salas.
Hay distintas acciones que “suceden” y otras que “sucederán”, de las que hay que informarse en la agenda de la exposición: Interacciones en las obras de Rafael Lozano-Hemmer que nos invita a incorporar nuestras dudas en 33 preguntas por minuto; las seis obras de Kota Ezawa junto al dividido retablo alemán del siglo XV; el Área restringida, de Mateo Maté, elaborada con catenarias, criticando los colonialismos, también los visuales; Nicolas Rambaud con su danza; las Genealogías educativas; como Madrid- Santiago de Chile, en colaboración con jóvenes del Museo de Artes Visuales de Santiago de Chile; ¡No sé qué hacer con las cosas del arte!, que acompañara el programa de La noche joven, Hecho a medida, que quiere adaptar el museo a cada persona, Mira, siente, cambia; Imposible no hacer, que hará más pedagogía con familias; Genealogías educativas (Diálogos para la transformación), que invita a participar a historiadores, directores de museos, pensadores, artistas, colectivos, públicos…
Destacar las 100 obras de arte imposibles materializadas por obra y gracia de Dora García, en la que cada una de ellas, daría para una exposición en sí misma.
Tantas otras que no tienen aquí cabida. Una exposición para accionar, pensar, disfrutar y tantos otros verbos que es necesario declinar en los días que vivimos.